Menos mal ya casi te acabas 2016. La maratón de Space Coast y un par de álbumes de Bob Dylan

2016 es un año que no será gratamente recordado. Muchas cosas negativas han pasado y muchos grandes de la música nos han dejado. Solo por nombrar algunos;  David Bowie, Prince, George Martin, Keith Emerson  (Emerson, Lake and Palmer), Glenn Frey (The Eagles) y Leonard Cohen. En el ámbito político la cosa no pinta nada bien; el Brexit, los enredos del proceso de paz en Colombia y ahora la elección del desagradable señor Trump.  Espero que sus cuatro años de gobierno pasen rápido y ni por las curvas se presente para una reelección.

En lo personal,  el animo tampoco ha sido el mejor y tal vez por eso he dejado  abandonado este blog por mas de 10 meses. He escuchado mucha música, pero he tenido muy pocas ganas de escribir. He pensado que debería parar definitivamente este pretencioso espacio, porque quien soy yo para osarme a escribir de música y de maratones, cuando ni de una o de otra cosa tengo la menor idea. Pero después de pesarlo, es una forma de tener un registro personal de lo que he escuchado y corrido. Me divierto leyéndome y de paso le hago un gol a mi mala memoria. Solo por eso lo seguiré haciendo.

En este desolado escenario, la familia y la goma de correr han sido de las pocas cosas positivas. Menos mal me registre temprano a una maratón y eso me dio energía para entrenar durante todo el año.

El entrenamiento oficial de la maratón lo inicie en Junio y por segunda vez  me uní al grupo de corredores MarathonFest. Este es un grupo de locos y afiebrados a correr maratones, a levantarse todos los fines de semana antes de las cuatro de la mañana a entrenar.

Para evitar gastos este año busque una maratón local. Space Coast fue la solución, se corre muy cerca a casa, con un trayecto plano y por primera vez en un circuito en forma de ocho aplastado. Todas las maratones anteriores han sido un circuito grande donde por más cansado que estuviera no tenia forma de regresar al punto de partida sino hasta finalizarla. Space Coast es una ruta mentalmente difícil, pues a medio camino podría decidir no correr más. El objetivo de esta maratón era finalizarla  en menos de cuatro horas y  disfrutar la experiencia sin sufrir calambres. Lo del tiempo no se cumplió (la corrí en 4:15 h) pero tuve el placer de correrla sin calambres. Durante las primeras catorce millas mantuve la velocidad planeada, pero a partir de  la milla quince toco bajar el ritmo. Después de la milla veinte, como suele ser en las maratones, el  reto fue completamente mental. Las millas parecían mas largas,  las pequeñas inclinaciones lucían como enormes montañas y la brisa del mar casi me tumbaba. Mi cuerpo quería parar producto del cansancio, así que tuve que repetir varias veces, como un mantra, ’Vamos Raúl, tu puedes acabar esto, no pare ni por el ..’

En el tema musical, esta vez seleccioné un par de álbumes que han estado en el listado de álbumes a escuchar desde que arranque con este blog. Ahora por el tema del premio Nobel, tomaron más relevancia. Se trata del segundo (The Freewheelin' ) y sexto (Highway 61 Revisited) álbum de estudio de Bob Dylan.

Video de los vinilos y fotos de la maratón.
Para video con mejor resolución click aqui 

Estos dos  álbumes, así como el resto de la música de Bob Dylan hay que apreciarla en un contexto. La letras son densas, su voz extraña, la estructura de las canciones es atípica. No hay muchos coros, la historia fluye sin muchos ciclos  repitiendo poco. Si se escucha sin prestarle atención y se compara con música comercial donde voces entrenadas  y  melodías pegajosas atraen a público desprevenido, no se hace justicia al arte de Bob Dylan. Su música hay que leerla, escucharla mas de una vez y analizarla con calma.  Es un buen ejemplo de música para escuchar al estilo Nostalgia por los álbumes.

Dylan incorporó letras inteligentes, con fuerte crítica social. Fue uno de los precursores del rock como banda sonora de los cambios sociales que se dieron en Estados Unidos y en el mundo en los años 60. En sus primeros años Dylan hacia parte de los clásicos cantantes de la música folk americana. Un álbum de esta época es The Freewheelin' Bob Dylan.  Este vinilo incluye canciones acústicas donde la magia está  en las letras y la melodía pareciera  una excusa para expresar duros mensajes de apoyo a los derechos civiles y mensajes antiguerra. Canciones como Blowing in the Wind, se  convirtieron en himnos de una generación.

Luego de una época de sonidos acústicos Dylan incorporo elementos eléctricos a sus canciones, cambio que muchos de sus fans criticaron fuertemente  Una de las canciones que más he escuchado y disfrutado es Like a Rolling Stone, pista con la que abre el álbum ‘Highway 61 Revisited’. Esta canción rompió la vieja creencia respecto a la longitud de las canciones comerciales  que  se podían pasar por radio. Esta canción excedía los 3 minutos y aun así se convirtió en un éxito comercial.

Acústico o eléctrico, Bon Dylan es un maestro de canciones con contenido. La experiencia de escuchar su música se debe planear. Hay que buscar las letras antes de poner la ajuga en el acetato. Hay que leer las letras y entenderlas. Luego bajar la aguja y permitir que  las palabras soplen en el viento.