Un Año Extraño Pero de Muy Buena Música. Lo mejor del 2018

La maratón del 2018 estaba planeada para finales de octubre, el entrenamiento inició sin novedad y el aumento progresivo de millas semanales ocurría sin contratiempos. Sin embargo, justo después de correr 19 millas, súbitamente el cansancio llegó. Por una extraña razón él no podía dormir, la energía para continuar con el entrenamiento se esfumó, trabajar, salir, caminar, inclusive escuchar música no le antojaba.  Esto era inusual ya que correr y la música eran sus conocidas pasiones. Los que lo conocen comenzaron a preocuparse y trataban de ayudar de alguna manera. Él también se preocupó, tal vez más de lo necesario y sin darse cuenta se fue enredando en un montón de sentimientos y emociones extrañas. Más que algo mental, él sentía que estaba físicamente enfermo, que perdía descontroladamente de peso, que su presión arterial subía y que su cuerpo se comportaba de manera anormal.

Ante tanto cansancio, no hubo otra alternativa que cancelar la maratón. Trato de recuperar algo de lo que había pagado por hoteles y avión. No todo se recuperó, pero eso era lo que menos le preocupada. El no saber que tenía y cuando y como se iba a curar le continuaban quitando el sueño.

Fueron meses extraños, meses que se narran fácil con los adjetivos que usaba para describir la música que habitualmente le gusta. Fueron días oscuros, de giros inesperados, solitarios. Se enfrentó a  cosas que nunca había experimentado. A sentirse encerrado en su propio cuerpo y a dudar si alguna vez se iba a recuperar. Fueron casi nueve meses de oscuridad, se sintió enfermo, profundamente enfermo, pensó que moriría sin razón, se miró al espejo muchas veces y se preguntaba si se estaba volviendo loco. Nunca el espejo le respondió. Hoy sabe que no era locura. Era solo una época de stress, insomnio, depresión y ansiedad. Cosas que muy frecuentemente le pasa a muchas personas. Pero que ni médicos, psicólogos y psiquiatras tuvieron el decoro de informarle. 

Ahora, sabiendo que he salido poco a poco, puedo decir que “él”  se ha ido. 

Los dos mejores vinilos del 2018

En estos momentos difíciles, mi esposa y mis hijos me ayudaron a salir a flote. Ellos estuvieron ahí, siempre a mi lado, incondicionales. Muy lentamente, la energía comenzó a llegar y de nuevo tuve ganas de correr y escuchar música.  Un poco tarde revise los álbumes de 2018 y encontré dos especialmente buenos. Heaven and Earth y El Mal Querer. 

Estos álbumes son dos tipos de música que no estaban, hasta ahora, en mi colección de mejores álbumes del año. Heaven and Earth es un álbum de Jazz contemporáneo y ‘El Mal Querer’ es un álbum que mezcla Flamenco con elementos de música electrónica y hip hop.

El álbum de Jazz tiene dos vinilos, uno representa el cielo y el otro la tierra. En la caratula del disco incluye esta frase:

The “Earth” side of this album represents  the world as I see it outwardly, the world that I am a part of. The “Heaven”  side of this album represents the world as I see it inwardly, the world that is a part of me. Who I am and the choices I make lie some where in between.

Esta párrafo es una pista para encontrar entre  los dos vinilos un tercer disco oculto llamado ‘The Choice”. Un acetado oculto en un álbum de Jazz, que buen detalle para adicionar a la colección.

 

Un acetado oculto en el álbum Jazz

El álbum de Rosalia es súper interesante. Es un álbum conceptual basado en una novela flamenca del siglo 14. Cada canción cuenta la historia de una relación tormentosa. Una de las canciones del álbum, Preso, dice esta frase:

Te atrapa sin que te des cuenta. Te das cuenta cuando sales. Piensas: "¿Cómo he llegado hasta aquí?"

Esto suena irónico y muy similar a lo que sentí durante los meses “sabáticos” que tome en el 2018.

Con todo esto aprendí que el termómetro de mi salud mental y física están en escuchar música y correr. Si alguna falta algo extraño me esta pasando. Por eso me alegra decir que estoy buscando el álbum de lo mejor del año y estoy entrenando para correr algunas carreras en el 2020.