Las Probabilidades en la Maratón de Nueva York y Algo de Rock Progresivo.

Cuáles eran las probabilidades de lograr un cupo para correr la popular maratón de Nueva York?  Las opciones eran claras, pero no muy fáciles de conseguir. Por clasificación no era viable ya que los tiempos que piden son muy exigentes. Registrarme a través de una entidad de caridad y recaudar fondos podría ser, pero si me veo a gatas al recaudar 100 dólares para las escuelas de mis hijos, no me imagino recaudar alrededor de 3000 dólares. Así que me la jugué con la rifa y por supuesto no logre ganarla durante 3 años.  La suerte llego al registrarme al cuarto año consecutivo, cuando pude tener el cupo a correr la maratón de mis sueños.

Esperando la hora de la partida, aguantando frio por más de tres horas!.

Entrené de la manera más juiciosa que pude entrenar. Puse mucha atención a la dieta y baje de peso para estar en la mejor condición posible. Las probabilidades que esta fuera una de  mis mejores maratones eran muy altas. Sin embarga el juego de las posibilidades a veces nos sorprende. Por ejemplo, cuáles eran la posibilidades de encontrarme con alguien conocido en una de las ciudades más visitadas del planeta? Muy bajas, sin embargo me encontré con dos conocidos. Un compañero de entrenamiento, que me lo tope en la milla 15, y con Cristian, un amigo de trabajo, que me lo encontré al día siguiente en una de las estaciones de metro muy cerca del nuevo  World Trade Center.

En algún punto de Queens aun peleando con vientos de 35 km/h

Otra posibilidad era encontrarme a un personaje famoso corriendo a mi lado. De nuevo, no solo me tope con uno, sino  con  dos personajes populares. Una de ellas, a pesar que aun no se su nombre,  fue fácil identificarla como celebridad, ya que al lado de ella corrían  muchas personas de seguridad y una moto con cámaras profesionales de filmación. El otro personaje, fue en  la milla 25, cuando estaba atravesando Central Park. El hasta ahora desconocido iba jugando a hacer malabares con tres pelotas mientras corría. Me causo curiosidad, que alguien corriera con ese estilo. El  malabarista resulto ser  el hombre más viejo en correr en el estilo’ joggle’, que es justo correr mientras se hace malabares (existe una comunidad de desocupados que hacen eso y son famosos, miren aquí la  entrevista que le hicieron a este personaje en el New York Times).

Una posibilidad más remota era ganarme el premio de ser el corredor número un millón -desde que se inauguro la maratón de Nueva York- en cruzar la línea de la meta. El premio era la entrada garantizada y pagada a correr la maratón de por vida!. Me parecía tan poco probable ser el corredor un millón, que corrí toda la maratón sin prestarle atención a esta distante posibilidad. Sin embargo al escuchar la entrevista que le hicieron a la ganadora de dicho premio, me llamó la atención que mencionara que en la milla 24 también vio al malabarista pasarla y frenar a recoger una de las pelotas que se le había caído. Ella cruzo la meta tan solo a 2 minutos y 29 segundos después que yo cruzara la misma línea. Estuve muy cerca de convertirme en celebridad y corredor de por vida de la maratón de la gran manzana.

El malabarista de la milla 25

Al llegar al hotel, después de tomar un merecido descanso, me puse a revisar la página oficial del evento en Facebook y encontré otra historia de posibilidades que parecía aun más remota. Un italiano que  en algún punto de la maratón se quito los guantes y sin darse cuenta perdió su  argolla de matrimonio. Teniendo mucha fe en las redes sociales, pedía a los lectores que si alguno encontraba su anillo se contactaran con él. Me causó un poco de risa y supuse que nunca iba aparecer. El día siguiente encontré la grata sorpresa que una chica que colaboraba en la organización de la maratón había encontrado el anillo. La historia causo tal sensación en las redes sociales que tuvo más ‘likes’ que cualquier historia compartida ese día en la página de la maratón. Los medios de comunicación reunieron al italiano con su salvadora e hicieron la historia pública en televisión.

Algunas veces las posibilidades que las cosas salgan bien se dan y lo inesperado ocurre. Otra veces a pesar de prepararse lo mejor, las cosas no se dan como se planean. Ese fue el caso de esta maratón. No logre el tiempo que esperaba y por el cual entrené duro durante 6 meses. Sin embargo las historias de retos a las bajas probabilidades, me llenaron de buena energía y de esperanza que la siguiente maratón pueda tener altas posibilidades de terminar mejor.

La medalla sobre un álbum de rock progresivo.

La medalla de la maratón no se ve mal sobre la caratula del álbum ‘In the Court of the Crimson King’ de King Crimson. Esta caratula siempre me ha llamado la atención, el rostro refleja una mezcla de sufrimiento, miedo y dolor. Por años solo conocí la caratula, pero justo en la segunda clase de la Historia del Rock me encontré con el sonido del álbum. King Crimson con este álbum abrió las puertas al rock progresivo. Este es un tipo de rock hecho por músicos que estudiaron música en conservatorios. Mezclaban elementos de música clásica y  jazz con el rock. Eran virtuosos al interpretar los instrumentos y   creaban álbumes conceptuales con temas transcendentales. Este tipo de rock me gusta mucho y en particular este álbum está entre mis favoritos.  Desafortunadamente el álbum no está en servicios de música como Spotify, pero el vinilo que compré tenía un código para descargar la versión digital.  Si algún lector le interesa escucharlo, solo basta que me contacte.

Hasta el siguiente álbum o la siguiente maratón.