Clockwork Angel de Rush. Álbum, Novela y Concierto

Las aventuras de un adolecente que se enfrenta ante la decisión de escoger entre la imposición o el libre albedrio, entre la estabilidad o el caos, entre la religión o el agnosticismo.  Extremos, representados en los caracteres del Clockmaker y el Anarquista en la novela de Kevin Anderson and Neil Pearl, son el tema principal del último álbum de la banda canadiense Rush. Una novela de ficción  que comparte  el mismo eje temático del álbum, fue suficiente para interesarme por escuchar Clockwork Angels.

He tenido una atracción especial por los álbumes conceptuales, donde una historia se cuenta a través de todas las canciones. El orden de cada pista tiene una razón, y el concepto se entiende cuando se escucha con detenimiento cada canción de  principio a fin. Álbumes como The Wall, Quadrophenia o The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, tienen ese elemento mágico. Además de ser excelentes álbumes desde el punto de melódico, son un reto desde el punto de vista lirico. Necesitan escucharse muchas veces, revisando con esmero las letras y prestando mucha atención a pequeños detalles. La historias están contadas de tal manera que dan lugar a varias interpretaciones.  Estos elementos los había escuchado en grabaciones de hace varios años, por eso encontrarme con un álbum conceptual recién sacado del horno, y por una banda que suena tan bien como Rush, son razones suficientes para escucharlos, leer la novela y verlos  en concierto.

La historia detrás del álbum no es obvia, se necesita de más de una pasada por las letras de las canciones para entenderse. La novela adiciona una historia con nombres de ciudades y personajes.  Ciudades como Crown City, Poseidon y las siete ciudades del oro de Cíbola. Personajes como Owen (el protagonista), Francesca (su enamorada), el Clockmaker y el Anarquista. La novela adiciona detalles de paisajes y situaciones que no están en el álbum, pero la música abraza sentimientos y emociones que el libro no transmite completamente. La combinación de novela y música es lo que hace de Clockwork Angel una muy agradable experiencia.

Además de un buen contenido lirico, Rush me sorprendió con una muy buena grabación desde el punto de vista melódico. Esta banda canadiense tiene la fortuna de contar con lo mejor de las grandes ligas: Neil Pearl y Alex Liveson están en la lista de los mejores bateristas y guitarristas de todos los tiempos según la revista Rolling Stone. Geddy Lee, por su parte, se caracteriza de tener  uno de los registros vocales más peculiares. Su voz la aprendí a disfrutar poco a poco. Las primeras veces me costaba trabajo escuchar una canción completa, sobre todo en los primeros años cuando Lee hacia despliegue total de su  rango vocal. Hoy no sé si me he acostumbrado a como suena o si los años han suavizado su voz.

Las canciones que más me gustaron del álbum fueron ‘Clockwork Angels’, ‘Halo Effect’ y ‘The Garden’. Esta última, es una balada al estilo Rush que cierra la historia del personaje principal. La canción cuenta como Owen, en edad avanzada, escribe sus historias y explica a uno de sus nietos que la decisión que tomo fue la correcta. Más que optar por algún extremo, decidió cuidar su jardín (lo que es importante para él) y vivir su vida con amor y respeto. Un aparte del  libro que me gustó y que complementa la canción es:  

Amor sin respeto puede ser tan frio como la compasión; el respeto sin amor puede ser nefasto como el miedo.  

Ahora me preparo para el concierto, que espero sea espectacular. Una buena historia y excelentes canciones son un presagio de un gran show.

Después del concierto…

El concierto fue muy emocionante. Me sorprendió conocer lo fieles que son los fans de Rush. Algunos de ellos han acompañado a la banda por más de 200 presentaciones.  Se saben todas las canciones  y cantan coros que la canción de estudio no tiene. Parece ser un lenguaje cifrado exclusivo de los fans. De todas las canciones que tocaron, la multitud entró en euforia colectiva cuando interpretaron  ‘YYZ’ y ‘The Spirit of Radio’. Y por supuesto cuando Neil Pearl interpretó sus espectaculares solos de batería. Me emociona mucho saber que tuve el placer de verlo en vivo, y no en internet como lo había visto muchas veces.